EXTERNALIDADES DE LA TRANSICIÓN ECONÓMICA POST UNIÓN SOVIÉTICA




DISCLAIMER
El presente artículo se expresa desde una perspectiva política imparcial que solamente persigue ilustrar el fenómeno sociológico a travéz de una descripción real de hechos económicos que están avalados por la história. No es mi intención -ni la de mi equipo de trabajo- generar algún tipo de debate ideológico. Se invita al lector a procesar la siguiente información con la mayor objetividad e imparcialidad.


El capitalismo contemporáneo de los países independizados que formaron parte de la Ex Unión Soviética, tiene dos fuentes: la descomposición de la burocracia soviética y la influencia del capitalismo global. 

Hoy casi treinta años después de la caída de la Unión Soviética, resulta claro que en los territorios del espacio postsoviético se consolidó un capitalismo periférico, con una economía sustentada en amplios niveles de criminalidad empresarial, control informal de los activos y fuga de capitales.

Pasó muy poco tiempo hasta que las personas comunes y corrientes que habían aceptado dócilmente las reformas económicas, comenzaron a ser testigos de una caída sin precedentes de la producción y de su nivel de vida, de una inédita criminalización de la sociedad, del colapso de los sistemas de educación y de salud, transformando a las ex repúblicas socialistas soviéticas en estados semidependientes. 

A este colapso de la ilusión del capitalismo sobrevivieron los trabajadores de prácticamente todas las antiguas repúblicas soviéticas. Para comprender por qué las expectativas de la población resultaron pisoteadas de manera tan grosera, es necesario considerar la naturaleza de la sociedad que se conformó en el espacio postsoviético.


LA PERIFERIA DEL MUNDO CAPITALISTA

Después del colapso de la URSS, sus antiguas repúblicas tomaron el camino de la transición al capitalismo. Pero este no fue ni podía ser un pasaje directo al capitalismo occidental, (altamente desarrollado y garante de un alto nivel de vida).

En el marco del sistema capitalista mundial, los "neófitos recién convertidos" podían ocupar solo el lugar de una periferia dependiente y atrasada. Los países postsoviéticos experimentaron la correspondiente transformación de sus economías. En los convulsionados años '90, la participación de la industria cayó en las recientemente independizadas repúblicas, creciendo la incidencia de su sector primario exportador.

Todos estos rasgos del desarrollo industrial pueden interpretarse como la adecuación estructural de las economías de los estados postsoviéticos que pasaron a una matríz de producción simplificada, con una caída de su sector manufacturero y el crecimiento de las actividades extractivas, que refleja su transformación en proveedores de productos de un bajo grado de elaboración de materias primas hacia los países capitalistas desarrollados. 

Al mismo tiempo, las sociedades analizadas atravesaron una transformación social que creó en un extremo un ejército industrial de reserva barato y en el otro, una "clase compradora".


LA NATURALEZA DEL NUEVO SISTEMA

Se afirmaba que en el sistema soviético la gente con capacidad para los negocios solo podía realizarse en la esfera de la actividad empresarial delictiva. 

En esencia, desde la perspectiva de los partidarios de las reformas radicales de mercado, para ellos el mundo del delito jugó el papel de constructor de la nueva sociedad capitalista, tanto como para los marxistas la clase trabajadora jugaba el rol principal de fundadora del socialismo. 

Se consideraba que lo fundamental era crear a cualquier precio, lo más rápido posible, una clase de propietarios privados. Posteriormente, la "mano invisible" del mercado llevaría a una redistribución de la propiedad desde los empresarios ineficientes hacia los verdaderamente eficientes. La eficiencia económica se garantizaría automáticamente, esto era algo que se daba por sentado. 

Lo anterior  también determinó el carácter de las privatizaciones. Basta mencionar que el Estado ganó por las privatizaciones menos de 5% del precio de mercado de su antiguo patrimonio. Las empresas estatales se vendieron a un precio 20 a 30 veces menor que su valor real. 

La esencia social de las privatizaciones fue evidente: se trató de una expropiación de derechos de la inmensa mayoría de los ex-ciudadanos soviéticos en beneficio de una nueva clase de propietarios conformada oportunistamente por parte de la burocracia, gente instruida y criminales. 

En paralelo, la liberalización de los precios y la incipiente inflación provocaron una desvalorización de los ingresos y de los ahorros de los ciudadanos comunes. Por consiguiente, tuvo lugar una confiscación de los ingresos de los trabajadores y de los ahorros en beneficio del naciente gran capital. Cómo ejemplo de esto, las demoras de medio año – y a veces aún más– en los pagos de los salarios y los recortes de las pensiones y de los subsidios sociales demostraron claramente que la lucha contra la inflación que se desataba en estas incipientes "nuevas economías" se articulaban solamente para estabilizar los beneficios de reducidos grupos capitalistas.

FUENTES:
  • A. Gunder Frank: "A Dependent Accumulation and Underdevelopment"
  • V. Chasovski: "La industria de los países de la cei en las condiciones de una economía en transición"

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